Recuerdo que en la primavera de 1987 di una presentación sobre el
Cristianismo y Ciencia en la Universidad de Cornell para la Cruzada del Campus
por Cristo, mientras me encontraba allí por motivos de trabajo. Después de haber
hablado durante casi 10 minutos sobre "Termodinámica y el Origen de la Vida",
una presentación algo árida y demasiado técnica para la audiencia media, decidí
experimentar con un amplio y popular tratamiento de la prueba científica para la
existencia de Dios.
No estaba preparado en absoluto para lo que podría ocurrir aquella tarde. Más
de 550 estudiantes estaban embutidos en el salón de la conferencia ese viernes
por la tarde, con más de 50 que se quedaron en la entrada por falta de
espacio.
Hice mi presentación con tal entusiasmo aquella tarde, que yo yo sentí que
Dios estaba haciendo algo especial dentro y a través de mi vida. La presentación
fue seguida por un turno de preguntas y respuestas que duró casi dos horas, tras
lo cual un grupo de unos 50 estudiantes decidieron quedarse para una discusión
informal posterior que continuo hasta pasada la medianoche.
Este fue el comienzo de una de las aventuras más excitantes de mi vida:
desafiar a estudiantes y profesores a considerar la abrumadora evidencia de la
ciencia moderna para la existencia de Dios. Durante los pasados siete años, esto
me ha llevado a todas las vy League schools (exceptuando a Columbia), la mayoría
de las Big Ten schools (exceptuando la Universidad de Iowa), y casi la mitad de
las Big Eight, Southwest Conference, y Pac-10 west coast schools.
En todos estos sitios la respuesta ha sido muy positiva a pesar de que una
significante mayoría de la audiencia estaba comprendida por no-Cristianos y
no-teístas.
Felizmente, a lo largo del camino he descubierto muchas áreas adicionales
donde se pueden encontrar evidencias alternativas de la existencia de Dios, lo
cual me ha convencido de dos cosas: (1) las huellas de Dios son omnipresentes en
su creación, mostrando "claras evidencias de su poder eterno y su naturaleza
divina a través de todo lo que ha sido creado" (Romanos 1:19-20); y (2) casi
cualquiera que trabaja en un campo de la ciencia podría potencialmente
desarrollar una presentación de este tipo en su área de experiencia.
Es importante en una presentación tal el reconocimiento del fin al que se
dirige, en nuestro caso, se trata de demostrar que el carácter del universo
claramente sugiere un creador inteligente. Mientras que Hume y más tarde Kant
argumentaron convincentemente que no era posible probar la existencia de Dios a
través de argumentos teleológicos o de diseño, es completamente válido estudiar
el universo y preguntar si es más razonable postular que tal universo se podría
haber originado sólo por las leyes físicas y químicas, o si hay trazos de un
creador inteligente.
Cuando yo comencé presentando la Evidencia Científica para la Existencia
de Dios, me encontré con objeciones enormes sobre que tal empresa era
completamente inapropiada, es decir, que inferir algo sobre Dios a partir de la
Ciencia era ilegítimo.
Sin embargo, gracias a la publicación de un gran número de libros sobre este
tema, escritos por prestigiosos científicos durante los últimos seis años, esta
objeción se ha convertido en la excepción más que en la regla. Incluso revistas
populares se están incorporando a la disputa (por ej.:, "What Does Science Tell
Us About God," Time magazine cover story, Dec., 1992; "Does the
Universe Hold Clues to God?" Chronicle of Higher Education, May, 1993;
"10 Great Unanswered Questions of Science," Discover cover story, Nov.,
1992; "Science and the Soul," cover story for Omni, Oct., 1993).
En un fascinante libro titulado "A New Guide to the Debate About
God", el filósofo Martin Prozesky (que no es Cristiano) discute varios
argumentos a favor y en contra de la existencia de Dios. Los argumentos que saca
de la Ciencia, especialmente el Big Bang, el origen de la vida y el principio
antrópico los toma como evidencias positivas para la existencia de Dios,
mientras que los argumentos más fuertes contra la existencia del teísta y
cristiano Dios los toma de la Filosofía (el mal) y la Teología (la existencia de
muchas personas que se condenan sin haber oído hablar de Cristo).
Es vergonzoso que en los últimos 35 años la mayor parte del dialogo entre
Cristianismo y Ciencia se ha centrado en la edad de la Tierra y la ciencia de la
creación. Lo cual ha conducido a que una persona media, cristiana o no, tenga la
impresión que la ciencia moderna y la Biblia están en conflicto, quizás
irreconciliable.
Resulta irónico que esta impresión se haya desarrollado durante la misma
época en que la comprensión científica y las tendencias de muchos científicos
modernos han cambiado fuertemente hacia la creencia en un creador inteligente,
todo ello debido a los descubrimientos científicos de los últimos 35 años. La
preocupación sobre la edad de la Tierra únicamente ha desviado la atención del
foco principal de la discusión, las evidencias científicas que confirman el
teísmo Bíblico, por decirlo así, poniendo la luz debajo de un cubo de la
basura.
En lo que sigue, me gustaría hacer un compendio de las pruebas científicas
que suelo utilizar en mi presentación Evidencia Científica de la Existencia
de Dios. Quiero hacer notar, sin embargo, que este campo es tan activo hoy,
que continuamente debo reemplazar la información disponible por otra incluso
mejor en que ésta se transforma.
Yo animo a los profesores universitarios a estudiar este asunto para su
propia satisfacción personal, y a preparar una presentación por ellos mismos.
Recomiendo tres libros como fuentes excelentes para esta información: el libro
de J. P. Moreland The Creation Hypothesis (InterVarsity Press, 1994); y
el libro de Hugh Ros," The Fingerprint of God (Promise Publishing Co.,
1989), and The Creator and The Cosmos (Navpress, 1992). Puesto que
recibo cinco veces la cantidad de invitaciones a conferencias que puedo
realizar, hay una necesidad de una reserva de profesores universitarios
preparados para hablar de este asunto, a quien se podrían desviar las
invitaciones aludidas.
Elementos Clave para la Evidencia Científica.
Hasta 1960, había un optimismo general a que contra más aprendieramos sobre
la Naturaleza mejor podríamos ser capaces de explicar el mundo que nos rodea,
incluyendo sus orígenes, haciendo la creencia en Dios innecesaria, aunque no
imposible. Durante los últimos 30 años, gradualmente han tenido que ir
despertando de ese sueño de naturalismo, y se ha incrementado el punto de que la
duda ahora existe.
The Washington Post, describiendo una conferencia
internacional que tuvo lugar en Washington D.C. en los finales de la década de
1980, señaló:
Muchos científicos que no hace mucho estaban seguros que el universo surgió y
se habitó por un accidente, ahora están teniendo un segundo pensamiento y
conceden la posibilidad de que alguna fuerza creativa inteligente puede haber
sido la responsable de ello.
Debería enfatizarse que uno no puede científicamente probar la existencia o
no de Dios. Pero sin embargo, es perfectamente admisible estudiar el carácter
del universo y preguntar, " ¿ Qué es lo que sugiere: un creador inteligente, o
un universo que en algún sentido es auto-causado ? . Consideraremos
superficialmente únicamente tres tipos de respuestas: (1) evidencias para el
diseño del universo; (2) para el origen del universo; y (3) para el origen de la
vida.
Evidencias para el Diseño
Las evidencias para el diseño provienen de tres fuentes: (1) la forma simple
matemática que adopta la Naturaleza; (2) las coincidencias que las constantes de
la Naturaleza son exáctamente las necesarias para soportar vida de cualquier
tipo en este planeta; y (3) las coincidencias en las condiciones iniciales en
muchas diferentes situaciones son también críticas y sucede que se han
presentado exactamente las necesarias para que el universo y la vida lleguen a
la existencia.
En un sentido matemático, podemos decir que el universo está descrito por
unas engañosamente simples y elegantes ecuaciones diferenciales, las cuales
tiene unas constantes universales que son exactamente las que necesitan ser para
permitir un hábitat adecuado para la vida y para la aparición de la vida
misma.
La Naturaleza Está Conducida por Matemáticas Simples
Cuando yo era un joven estudiante en una High School , me quedé muy
sorprendido y complacido al aprender que la gran diversidad de observaciones
naturales encuentran su descripción en un tan reducido número de relaciones
matemáticas simples, tales como las leyes del movimiento y fuerzas de Newton, o
las ecuaciones de electromagnetismo de Maxwell. Probablemente quedarían
sorprendidos la mayoría de los antiguos científicos al descubrir la cantidad tan
pequeña de leyes físicas que son utilizan hoy para describir el universo,
relacionadas por simples pero elegantes relaciones matemáticas, y que en total
pueden escribirse en un lado de una servilleta de papel.
"Las ecuaciones de física contiene una tan increíble simplicidad, elegancia,
y belleza, que ello por sí mismo me es suficiente a mí como prueba de que debe
haber un Dios responsable para esas leyes, y responsable para el Universo".
dijo el astrofísico Paul Davies en su libro
Superforce (1984). Por otra parte, el famoso físico ruso, Alexander Polyakov expresó lo siguiente en la revista
Fortune (October, 1986),
"Nosotros conocemos que la Naturaleza se encuentra descrita por la mejor de
todas las matem{aticas posibles porque Dios la creó."
Coincidencias de las Constantes Universales
Uno de los descubrimientos más notables de los últimos 30 años ha sido el
reconocimiento de que los más mínimos cambios en cualquiera de las constantes
universales produce dramáticos cambios en el universo, transformándolo en
insoportable para la vida, no sólo de la vida normal que conocemos sino para
cualquier tipo de vida concebible. Más de 100 ejemplos se han documentado en la
literatura técnica, y han sido expuestos en libros tales como el the
Anthropic Cosmological Principle (Barrow & Tipler 1986).
Por ejemplo, si la fuerza fuerte con la que se mantienen unidas las
partículas del núcleo atómico fueran sólo un 5% más débiles, únicamente sería
estable el átomo de hidrógeno, entonces tendríamos un universo con una tabla
periódica de un sólo elemento, lo que significa que ese universo sería incapaz
de producir la complejidad molecular necesaria para producir las funciones
mínimas que la vida necesita para generar energía, almacenar información, y
replicarse. Por otra parte, si esta misma fuerza fuerte fuese sólo un
2% mayor, existirían posibilidades de que se formara núcleos muy masivos, lo
cual son también inadecuados para el proceso químico de la vida, además no sería
posible el hidrógeno estable, por lo tanto no habría algo tan vital como
estrellas duraderas, ni siquiera existirían los compuestos de hidrogeno.
Como segundo ejemplo, si la relación entre la fuerza fuerte y la
fuerza electromagnética variase únicamente de manera leve (y no
drástica como lo es), entonces no dispondríamos de los niveles de energía
cuántica que nos permiten la conversión del berilio al carbono (de manera casi
100% eficiente) y la conversión parcial de carbono a oxigeno. Con ligeros
cambios en cualquiera de estas constantes, alternativamente nos aparece un
universo muy rico en berilio y escasisimo en carbono, o bien, un universo rico
en oxigeno pero sin carbono en absoluto.
Puesto que el carbono es único en sus posibilidades de combinaciones químicas
con prácticamente cualquier otro elemento, mediante enlaces que son muy
estables, pero que sin embargo no son difíciles de romper (jugando el crítico
papel de reordenar las piezas en un juego más pequeño), es destacable que estas
fuerzas están ajustadas de manera tan precisa para producir carbono en
abundancia, al igual que el oxigeno que es crítico en s{i mismo.
Se podrían añadir muchos otros ejemplos. Si arrojo un dado y sale un "6",
usted no debería asombrarse por ello. Si arrojo el dado cinco veces y en las
cinco saco un "6", entonces usted debería estar algo suspicaz. Sin embargo, si
arrojo el dado mil veces y obtengo un "6" en todas ellas, usted tendría la
certeza de que hay alguna trampa en el dado. Así es de caprichoso nuestro
universo, en que cada característica que conviene a la vida que el universo
posea, si la buscamos, nos damos cuenta de que la tiene. Hume y otros han dado
argumentos incorrectos sobre que no es sorprendente que cada cosa sea así, de lo
contrario no estaríamos aquí para notarlo. El bien conocido ateo J.L. Mackie (Miracle of Theism, p.141) vió el fallo en el
argumento de Hume:
Hay sólo un universo, con un único conjunto de materiales básicos y
constantes físicas, y es sorprendente que los elementos de este único conjunto
se auto-ajusten correctamente para la vida cuando fácilmente podrían haberlo
hecho de forma incorrecta. Lo que no es menos sorprendente por el hecho de que
si no hubiera sido así no estaríamos aquí para sorprendernos. Nosotros podemos
claramente figurarnos otras posibilidades alternativas que no incluyan nuestro
ser estando allí para experimentarlo.
Sir Fred Hoyle, el famoso astrofísico británico, en The
Intelligent Universe comentó en las coincidencias cosmológicas discutidas
por Mackie, "Tales proteínas parecen circular a través de la fábrica del mundo
natural como un hilo conductor de coincidencias felices. Pero hay tantas
extrañas coincidencias esenciales para la vida que parece que requieren alguna
explicación que las abarque a todas ellas".
"Ligeras variaciones en las leyes físicas de la gravedad o electromagnetísmo
har{ian la vida imposible . . . la necesidad de producir vida está presente en
el centro de toda la maquinaria y diseño del universo," John
Wheeler, Princeton University professor of physics (Reader"s
Digest, Sept., 1986).
Los astrónomos de la Universidad de Virginia R.T. Rood and J.S.
Trefil concluyen su libro Are We Alone ? estimando la probabilidad
de existir vida en cualquier lugar del universo como de una entre mil millones,
y así concluyen que la existencia de vida en la Tierra, lejos de ser algo
inevitable, es el resultado de un notable conjunto de coincidencias.
"Si yo fuera un hombre religioso", dice Trefil en en último capítulo, "diría
que todo lo que hemos aprendido sobre la vida en los últimos veinte años nos
muestra que somos especiales y únicos para el deseo de Dios". En su lugar,
Trefil concluye que la vida en nuestro planeta es un accidente muy destacable,
siendo improbable que se hay producido otro igual en todo el universo, lo cual
es el principal argumento de su libro.
Condiciones Iniciales
Los problemas de condiciones iniciales aparecen en muchas partes de nuestro
escenario del origen del universo, su desarrollo en un confortable hogar para
nosotros, y el origen de la vida. Estos problemas de condiciones iniciales, en
realidad, se complican teniendo en cuenta que muchos procesos críticos en el
escenario de los orígenes tienen un carácter no-lineal, y por lo tanto,
requieren unas condiciones iniciales particularmente precisas. En el libro
citado anteriormente, Trefil y Rood estudian detalladamente algunos ejemplos de
este tipo. Yo también discutiré, brevemente, problemas de condiciones iniciales
que est{an relacionados con el rigen del universo y con el origen de la
vida.
Resumiendo esta sección, está muy claro que parece haber algo único y
especial con nuestro hogar en el universo y nuestra existencia en él.
Origen del Universo
La Cosmología no es neutral cuando se enfrenta a la Filosofía y a la
Teología. Un universo que hubiera existido eternamente es mucho más agradable
para una visión ateísta o agnóstica del mundo. Puesto que un universo con
comienzo parece necesitar de una primera causa; ¿ quién podría imaginar un
efecto tal como ese sin una causa suficiente ?.
En un dramático artículo en el American Association for the Advancement of
Science de 1977, Robert Jastrow, profesor de la Universidad de Columbia y
director del Goddard Space Center, hizo una presentación que más tarde sería
publicada en un libro titulado God and the Astronomers. En esta
presentación, Jastrow, que se considera agnóstico, indicaba que las evidencias
para la cosmología del Big Bang han superado al resto de las cosmologías desde
1929, pero que muchos científicos han rehusado aceptarla debido a que no les
satisface sus implicaciones filosóficas.
Por ejemplo, Sir Arthur Eddington cuando se encontraba
comentando el Big Bang en los años 1950, hizo la siguiente indicación: "Desde el
punto de vista de la Filosofía, la noción de un comienzo del orden presente de
la Naturaleza es una noción repugnante . . . a mí me gustaría encontrarme con
una escapatoria más genuina".
En la década de los años 1970, tras el descubrimiento en 1965 de la radiación
de fondo (N.T.: radiación remanente de micro-ondas), John
Gribbin dijo en Nature,
El mayor problema con la teoría del Big Bang es filosófica --puede que
incluso sea teológica--, es lo de ¿ qué es lo que había antes del "Bang"
?. Este problema únicamente fue suficiente para dar un gran ímpetu a la
teoría del "Steady State"; pero con esta teoría que en estos momentos se
encuentra en permanente conflicto con las observaciones, la mejor manera de
evitarnos estas dificultades iniciales es un modelo en que el universo se
expande desde una singularidad, después vuelve a colapsar, y así vuelve a
repetirse el ciclo indefinidamente.
[Unos artículos publicados en 1984 por Guth y Bludman en la revista
Nature en 1984 demuestran la imposibilidad de un universo "oscilante"
de esta manera.]
Jastrow llegó a declarar que ya era la hora de que los astrónomos comiencen a
reconocer las implicaciones filosóficas de sus descubrimientos . Jastrow concluyó su presentación con el comentario, "Para el
científico que ha vivido con su fe en el poder de la razón, la historia [del
big bang] termina como una pesadilla. Durante los últimos trescientos
años, los científicos han estado escalando la montaña de la ignorancia, y cuando
ellos se encontraban llegando a la roca final, se han dado cuenta que una banda
de teólogos estaban sentados allí sentados desde hace siglos".
Es más, recientes medidas realizadas por el satélite Cosmic Background
Explorer (COBE) y por el Hubble Space Telescope, ambos en 1992, parecen
confirmar más allá de la duda razonable que la cosmología de Big Bang es
realmente correcta. George Smoot, profesor de la Universidad de
California en Berkeley y principal investigador del equipo COBE que realiz{o el
descubrimiento, tras estudiar los datos de las observaciones dijo: "Lo que
parece que hemos encontrado es evidencias del nacimiento de universo . . . es
como observar las huellas de Dios".
"La comunidad científica está preparada para considerar que la idea de Dios
creador del Universo es una hipótesis más respetable hoy que en cualquier tiempo
de los últimos 100 años", según declaró el historiador de la ciencia Frederic B. Burnham.
No descubrimos nada si decimos que el libro de Stephen Hawking Una Breve
Historia del Tiempo tiene el propósito de intentar escapar a las
implicaciones del Big Bang, contra las que el autor hace objeciones filosóficas,
pero no científicas. El libro está lleno de conjeturas no enraizadas en la
ciencia observacional y no debería tomarse como una ciencia cuidadosa sino como
argumentos polémicos motivados por sus propias creencias "religiosas". El hecho
por el que Stephen Hawking se vio obligado a escribir este libro indica la
fuerza del Big Bang en los argumentos de un universo teista.
La Teoría de Información y el Origen de la Vida
Las funciones mínimas necesarias para la vida requieren una gran complejidad
molecular : procesamiento de energía, almacenamiento de información, y todo el
proceso de reproducción. La evolución química, que es diferente de la evolución
biológica, no puede hacer uso de la mutación y de la selección natural para
resolver sus problemas (que por cierto tampoco resuelven la macroevolución).
La evolución química es la responsable del desarrollo de los sistemas
vivientes partiendo de una sopa prebiótica que inicialmente no poseía
moléculas, y mucho menos sistemas con capacidad de reproducirse. La producción
de moléculas tales como proteínas, ARN y ADN procedentes de una sopa prebiótica
es extremadamente difícil de imaginar. La euforia original asociada con la
producción artificial de aminoácidos a base de condiciones prebióticas, tal como
fue realizada por Stanley Miller en 1952, ha sido reemplazada por un sombrío
reconocimiento que el verdadero problema es el ensamblamiento de tales moléculas
en funciones biopolímeras. Un problema es análogo a la extracción de letras de
una caja al azar con la esperanza de conseguir accidentalmente una secuencia que
corresponde a palabras, frases y párrafos completos.
Como Sir Fred Hoyle sugirió en The Intelligent Universe
"El escenario actual del origen de la vida es algo así como si un tornado
pasara por la chatarrería de la compañía aérea de Los Boeing y construyera
accidentalmente una avión 747".
En un artículo del Scientific American (February, 1991), Sir Francis Crick indicó "El origen de la vida parece ser un
milagro, así son tantas las condiciones que deberían haberse cumplido para que
esto ocurriera".
En este mismo artículo, Harold Klein que presidió el comité
de la Academia Nacional de Ciencias que revisó el origen de la vida indicó: "La
bacteria más simple es tan condenadamente complicada para un químico que es
prácticamente imposible imaginar como se formó".
Quién crea que los trabajos recientes sobre el ARN serán capaces de resolver
el problema del origen de la vida debería leer el artículo de Robert Shapiro
sobre Origins of Life and Evolution of the Biosphere (1988) o el
artículo de Klaus Dose en Interdisciplinary Science Reviews (1988)
titulado "Origin of Life: More Questions than Answers."
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